Usar zapatos de segunda mano, de familiares, amigos o conocidos, puede parecer una opción económica y ecológica. Sin embargo, el uso de calzado heredado puede traer consigo múltiples problemas para la salud de los pies.
Zapatos de segunda mano. Problemas de higiene
El uso de calzado de segunda mano puede aumentar el riesgo de contraer infecciones ya que no sabemos en qué condiciones se encontraban anteriormente.
Bacterias y hongos
Los zapatos son un ambiente propicio para el desarrollo de hongos y bacterias por la humedad y el calor que generan durante su uso. Compartir ó heredar calzado incrementa significativamente la posibilidad de contraer diversas infecciones.
Infecciones y enfermedades
El uso de zapatos de otra persona puede llevar a la transmisión de infecciones cutáneas provocadas por irritaciones, sequedad de las uñas y reacciones alérgicas en la planta de los pies y entre los dedos, lo que podría provocar enfermedades como el pie de atleta.
El pie de atleta es una infección fúngica que típicamente comienza en la piel entre los dedos de los pies. Este tipo de infección se transmite fácilmente en áreas cálidas y húmedas, lo que hace que el calzado heredado sea uno de sus factores más comunes. Los síntomas principales incluyen:
- Comezón.
- Sensación de ardor.
- Piel reseca y escamosa.
Usar zapatos de segunda mano, la pisada importa
Los zapatos que ya se han adaptado a los pies de otra persona podrían modificar la postura del pie, lo que puede derivar en problemas de alineación. Sus causas podrían ser:
Suelas desgastadas
Las suelas de los zapatos de segunda mano ya están moldeadas según la forma de los pies del usuario anterior, lo que podría provocar un ajuste incorrecto para la nueva persona que los use. Esta falta de adaptación puede obligar al pie a caminar de manera antinatural, interfiriendo en el desarrollo de la marcha y la pisada.
Mayor riesgo de lesiones
Al no ajustarse correctamente puede alterar tu forma de caminar, aumentando el riesgo de sufrir lesiones tales como:
- Dolores en los pies, tobillos, rodillas y espalda.
- Dedos en garra.
- Acortamiento del tendón de Aquiles.
- Edemas e hinchazón en pies y tobillos.
La falta de soporte adecuado puede llevar a deformaciones como pie plano y rozaduras dolorosas.
Usar zapatos usados: Consecuencias ortopédicas
El uso del calzado usado podría traer consigo una serie de condiciones ortopédicas como podrían ser:
Juanetes
El uso prolongado de zapatos que no se adaptan correctamente puede contribuir al desarrollo de juanetes, una deformidad en la base del dedo gordo del pie que se agrava cuando el calzado no ofrece el espacio suficiente para los dedos. Algunos de los síntomas de los juanetes son:
- Hinchazón, enrojecimiento o dolor del dedo gordo del pie.
- Dificultad para caminar.
- Movimiento limitado del dedo del pie.
Tendinitis plantar
La tensión excesiva en los músculos y tendones del pie por un calzado inadecuado, puede generar tendinitis plantar. Los síntomas de la tendinitis plantar podrían ser:
- Inflamación del tendón de Aquiles
- Dolor intenso en el talón.
- Dificultad al andar.
Qué zapatos no heredar
Zapatos para niños
Los niños no deben heredar zapatos. Sus pies están en constante desarrollo y requieren un calzado adecuado. Los zapatos de segunda mano pueden forzar a los niños a adoptar una pisada ya moldeada por otro usuario, afectando negativamente el desarrollo fisiológico de sus pies.
Calzado de uso diario
Los zapatos de uso diario son más susceptibles a contener bacterias y hongos por sus largas horas de uso y las actividades realizadas con ellos. Estos zapatos nunca deben ser reutilizados por otra persona, ya que su interior puede estar deteriorados, aumentando el riesgo de infecciones y deformaciones.
Consejos para usar zapatos de segunda mano
Si no te encuentras en condiciones de poder comprar tu propio calzado y debes recurrir a heredar zapatos de alguien más, te dejamos algunos tips para minimizar las posibilidades de infecciones a causa del calzado usado.
Usa plantillas ortopédicas
Es recomendable cambiar las plantillas para asegurar un ajuste adecuado y reducir el riesgo de infecciones. Las plantillas nuevas proporcionarán el soporte necesario y evitarán que las formas previas del calzado afecten tu pisada.
Protege tus pies con calcetines
Utilizar calcetines propios actúa como una barrera protectora contra hongos y bacterias presentes en el calzado usado. Además, los calcetines ayudan a mantener los pies secos y reducen la fricción, disminuyendo así el riesgo de rozaduras y otras irritaciones cutáneas.
Limpieza del calzado
Antes de usar zapatos heredados, es esencial realizar una limpieza profunda. Aplicar productos desinfectantes como sprays o polvos antifúngicos puede ayudar a eliminar microorganismos perjudiciales. Asegurarse de que el calzado esté completamente seco antes de usarlos nuevamente es fundamental para prevenir infecciones.