Principales riesgos para los pies en la piscina

Nuestro cuerpo está diseñado para caminar descalzo, pero el calzado cumple una función protectora al prevenir lesiones e infecciones. En espacios públicos como piscinas, duchas y vestuarios, hay varios peligros para la salud de nuestros pies, especialmente al caminar descalzos. A continuación, te explico los enemigos más comunes que podemos encontrar.

Uno de los problemas más frecuentes es la tiña pedis, también conocida como pie de atleta, una infección fúngica muy común que se transmite con facilidad en áreas húmedas. El contagio puede ocurrir en duchas, piscinas o vestuarios, y también al compartir objetos personales como toallas o zapatillas. Esta afección puede afectar a cualquier persona y es especialmente común durante el verano.

Pies en la piscina

El calor dentro del calzado, que puede llegar hasta los 50ºC, sumado a la falta de higiene, la humedad o la sudoración excesiva, puede desencadenar la aparición de pequeñas manchas en la piel, que a veces son de color blanquecino. En algunos casos, también pueden surgir picor, grietas entre los dedos e incluso infecciones en las uñas, conocidas como onicomicosis, que se vuelven quebradizas y amarillentas. Ante cualquiera de estos síntomas, es recomendable acudir al podólogo para un diagnóstico rápido y eficaz.

Otro riesgo común es la verruga plantar o papiloma, que se transmite al caminar descalzo en superficies públicas. Esta infección viral afecta más a niños y adultos jóvenes, mientras que las personas mayores suelen estar menos expuestas. Se desaconseja caminar sin protección en zonas comunes, ya que, además de las infecciones, existe el riesgo de cortarse con objetos en el suelo. Los papilomas también pueden aparecer cuando el sistema inmune está debilitado.

Pies en la piscina

5 consejos para prevenir infecciones y contagios por los pies en la piscina

  • No camines descalzo en lugares públicos: Evita caminar sin protección en zonas como piscinas, duchas y vestuarios. Siempre usa chanclas para proteger tus pies de posibles contagios de hongos y papilomas. Sin embargo, es importante recordar que las chanclas son adecuadas solo para estos espacios públicos, ya que no brindan suficiente sujeción para caminar o hacer deporte, lo que podría generar sobreesfuerzo en los dedos y propiciar problemas como dedos en garra, juanetes o fascitis plantar.
  • No compartas calzado ni toallas: El intercambio de calzado o toallas con otras personas aumenta el riesgo de contagio de infecciones fúngicas o virales. Evita hacerlo para proteger la salud de tus pies.
  • Mantén tus pies secos e hidratados: La humedad es uno de los principales factores que favorecen la aparición de infecciones. Asegúrate de secar bien tus pies, especialmente entre los dedos, y de hidratarlos con cremas adecuadas. Si sufres de sudoración excesiva, el uso de talcos o desodorantes específicos para pies puede ayudarte a mantenerlos secos y frescos.
  • Usa calzado transpirable: Opta por zapatos hechos con materiales naturales que permitan la ventilación de los pies y eviten la acumulación de humedad. También es recomendable evitar el uso de calzado muy cerrado y elegir calcetines de materiales naturales para reducir la irritación de la piel.
  • Limpia tus chanclas: Después de cada uso, especialmente en la piscina, es fundamental limpiar y desinfectar las chanclas para eliminar posibles hongos y bacterias. Esto ayudará a evitar que los patógenos se transfieran a tus pies.

¿Cómo reconocer los síntomas de una infección en los pies?

Si sospechas que puedes tener una infección en los pies, es fundamental actuar rápidamente y visitar a un podólogo para recibir un diagnóstico adecuado y el tratamiento indicado. Los primeros signos de una infección suelen ser erupciones cutáneas, picazón y una sensación de ardor en la zona afectada.

Además, pueden aparecer ampollas o úlceras que, si no se tratan correctamente, podrían propagarse a otras áreas del cuerpo.

En lo que respecta a las uñas, podrían volverse frágiles, cambiar de color (volverse blanquecinas o amarillentas), engrosarse, levantarse o romperse.

Con una buena atención y siguiendo algunos cuidados preventivos, podrás evitar que las infecciones se desarrollen. Si experimentas cualquier síntoma de infección, no dudes en consultar en Estaño para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuado, y así continuar disfrutando del verano sin preocupaciones.

Protege los pies de tu peque en la piscina

Si eres un amante de la piscina, es importante proteger los pies de tu pequeño con calzado apropiado. En Petits pas de Géant, encontrarás una gran selección de calzado respetuoso para el verano, ideal para mantener sus pies seguros mientras juega y disfruta del agua.

Pies en la piscina

¿Qué calzado es adecuado para proteger sus pies en la piscina?

En la piscina, es importante elegir zapatillas ligeras, que ofrezcan libertad de movimiento y se sequen rápidamente. Además, deben tener una suela antideslizante para evitar caídas en las zonas mojadas y proteger los pies de superficies calientes o con astillas.

El calzado debe ajustarse bien al pie, ser fácil de poner y quitar, y lavarse con facilidad, ya que se utilizará de forma constante.

Además, es fundamental que el calzado se seque rápidamente para evitar que la humedad cause molestias o favorezca el crecimiento de bacterias o hongos. En Clínica Escaño, recomendamos calzado con suela antideslizante para evitar caídas y resbalones, especialmente en zonas mojadas como los bordes de la piscina, y que ofrezca protección adicional contra superficies calientes como la arena o astillas que puedan estar en el suelo.

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