El pie cavo, un trastorno caracterizado por un arco plantar anormalmente alto, puede provocar dolor y diversas complicaciones si no se trata adecuadamente. En esta entrada, exploraremos qué son los pies cavos, sus causas, síntomas y las mejores estrategias para su tratamiento y prevención. ¡Sigue leyendo para descubrir cómo mantener tus pies sanos y felices!
Pie cavo ¿Qué es?
El pie cavo se caracteriza por tener un arco plantar más elevado de lo habitual. En estos tipos de pies, el peso del cuerpo recae principalmente en el talón y debajo de los dedos. Mientras tanto, son la zona media y externa del pie las que no soportan adecuadamente la carga al caminar.
Causas y factores de riesgo del pie cavo
La mayoría de las personas con pie cavo presentan un problema neurológico, el cual puede estar acompañado de constantes síntomas desde un principio o que vayan empeorando de forma progresiva a lo largo del tiempo.
Enfermedades asociadas
- Entre los trastornos neurológicos constantes que pueden dar lugar a pie cavo se encuentran la apoplejía, la poliomielitis, la parálisis cerebral, las lesiones de la médula espinal y las lesiones del nervio peroneo.
- Los trastornos neurológicos progresivos que pueden desencadenar pie cavo incluyen tumores espinales, tumores cerebrales, quistes espinales, distrofia muscular, ataxia de Friedreich y el síndrome de Charcot-Marie-Tooth.
En aproximadamente uno de cada cinco casos de pie cavo, no se identifica una causa clara.
Síntomas del pie cavo
Las personas que tienen los pies cavos suelen experimentar los siguientes síntomas:
- Sensación dolorosa, sensibilidad aumentada o calambres en los pies.
- Molestias en los músculos de la planta y el dorso de los pies.
- Dolor en las piernas, rodillas, caderas y/o espalda.
- Torpeza en la manera de caminar.
- Problemas al usar calzado
- Hiperqueratosis (callos o durezas en la planta del pie y en los dedos).
Opciones de tratamiento para el pie cavo
Uso de plantillas ortopédicas
Si usas plantillas ortopédicas para el problema de los pies cavos notarás cómo se reduce la tensión y se amortiguan los golpes ocasionados accidentalmente.
Las plantillas ortopédicas son clave para evitar o reducir el dolor en los pies, tobillos, rodillas y otras articulaciones. Estos problemas suelen surgir cuando el pie no está bien apoyado o el peso no se distribuye correctamente al caminar.
Al usar estas plantillas, se logra una mejor repartición del peso del cuerpo sobre los pies, lo que no solo alivia el dolor, sino que también aumenta la comodidad. Además, ayudan a disminuir el cansancio. Las irregularidades en los pies pueden causar fatiga al andar o hacer ejercicio, pero con plantillas adecuadas, como las diseñadas para pies cavos, esa sensación de agotamiento disminuye. Por último, mejorarás tu equilibrio al caminar o correr, ya que una mejor distribución del peso se traduce en una mayor estabilidad.
Tipos de intervenciones quirúrgicas
Cuando una persona presenta pies cavos con un arco muy pronunciado, le causa dolor intenso en la planta del pie o en la parte delantera y no mejora con plantillas o tratamientos ortopédicos, se puede considerar hacer una cirugía para arreglar el problema.
Esta operación busca corregir el arco elevado del pie y se lleva a cabo haciendo varios cortes en los huesos del pie para ajustarlos y mejorar la forma del arco. Sin embargo, los especialistas sólo recomiendan esta opción como la última y para pacientes con síntomas muy graves o con un empeoramiento progresivo.
Cuidados del pie cavo
Ejercicios de estiramiento
Sigue los siguientes ejercicios para prevenir o, si ya es demasiado tarde, mejorar tu fascitis plantar:
- Pon la punta del pie en el borde de un escalón y baja lentamente los talones. Mantén esa posición durante 30 segundos.
- Apoya las manos en una pared, estira una pierna hacia adelante y la otra hacia atrás en un ángulo de 45 grados. Mantén esta postura durante 30 segundos.
- Toma una lata fría y hazla rodar bajo tu pie de 30 a 50 veces.
- Jala hacia atrás los dedos del pie para estirar la planta, y mantén la tensión durante 30 segundos mientras doblas y estiras la rodilla repetidamente.
Diferencia entre pie cavo y pie plano
La principal diferencia entre ambos problemas es que, cuando alguien tiene pie plano, sucede que el pie tiende a girar hacia adentro más de lo normal, lo que hace que la pierna también gire hacia adentro y puede afectar la espalda. Por otro lado, cuando una persona presenta un pie cavo, pasa que el pie se inclina hacia afuera, haciendo que el peso del cuerpo se mueva más hacia el borde externo del pie.
En conclusión, como podólogo, es fundamental reconocer que el tratamiento de los pies cavos requiere un enfoque personalizado para abordar las necesidades individuales de cada paciente. El objetivo principal de este blog es enfatizar la importancia de una evaluación temprana para prevenir complicaciones a largo plazo y promover la salud y el bienestar de quienes sufren de esta condición.
Si experimentas algún síntoma relacionado con los pies cavos, te invito a buscar la orientación de un podólogo calificado para recibir un diagnóstico preciso.